No consuman más la música de Lucas Sugo porque participó en una acto del Partido Nacional en Rivera durante la campaña electoral. No importa si te gustaban sus canciones, es facho.

Todo bien con el Grupo Asesor Científico Honorario pero la mayoría son de izquierda y por eso asesoran al gobierno para que tome medidas más severas para contener la pandemia.

Gonzalo Moratorio habrá sido reconocido por la revista Nature como uno de los 10 investigadores científicos más importantes del 2020, pero mostró la hilacha. Este comunista dijo que “tiene particular confianza” en la vacuna rusa Sputnik.

¿Por qué se emociona Déborah Rodríguez por clasificar a semifinales de los Juegos Olímpicos si el gobierno del Frente Amplio le dio

 apoyo económico para que pueda entrenar? Es lo mínimo que tiene que hacer.

Uruguay es un país hermoso. Lamentablemente no logró impedir que la grieta política se agrande con el paso del tiempo. Las Redes Sociales fueron una herramienta fabulosa para ampliarla. 

La gente se enoja. Vive de mal humor y con el entrecejo fruncido. No se tolera la opinión del que piensa distinto. Algo tan natural como la discrepancia hoy es motivo de peleas. No hay altura en los debates y se descalifica al que no piensa igual.

Estamos en un país que lo politiza todo. Desde una pandemia hasta una carrera de 800 metros.

En el comienzo de la nota hice mención a algunos ejemplos recientes (entre tantos) de lo ridículo que se torno este tema.

Uno de los cantautores más importantes de los últimos años, Lucas Sugo, sufrió el ataque (virtual) de los simpatizantes del Frente Amplio por actuar en noviembre de 2019 en un acto partidario del Partido Nacional en Rivera. Algunos simpatizantes del entonces partido de gobierno pedían a sus afines que no concurran al espectáculo que el artista brindaría en el Antel Arena en algunos días.

Sugo fue contratado y es profesional. actuó allí como pudo hacerlo en un acto de otro partido político. 

¿El zapatero no vende zapatos a quienes no piensan como él? ¿El panadero pregunta al vecino que votó para ver si le vende su producto?

El GACH realizó una notable tarea durante 15 meses de la emergencia sanitaria. De manera honoraria, poniendo su prestigio en juego, se brindaron al máximo en pos de contribuir con el país en un momento de alta complejidad para el mundo.

Sin embargo, pese a la naturaleza del problema que en el mundo se ha cobrado la vida de más de cuatro millones de personas y se han contagiado de Covid-19 casi 200 millones, no lograron evitar la “picadora de carne”. 

Si sus recomendaciones no eran las que les gustaba al partido político con el que se simpatiza era porque tenían intencionalidades políticas.

Esto se vio mayoritariamente durante el peor momento de la pandemia en el cual GACH manifestaba que había que adoptar nuevas y más severas medidas para contener el virus que causaba la muerte de 54 uruguayos por día. “Van contra el gobierno porque son de izquierda”. Suponer que prestigiosos científicos uruguayos tenían más intenciones que el solo hecho de servirle al país durante una pandemia es tristísimo.

Gonzalo Moratorio fue distinguido a nivel internacional por su labor como científico. Rápidamente se nos infló el pecho de orgullo a los uruguayos que somos hábiles en subirnos al bote cuando “se gana” pese a desconocer por completo sus antecedentes y sus esfuerzos (como sucedió ahora en Kluver y Cetraro).

Pero el pecho se desinfló rápido en parte de la población cuando se “descubrió que era comunista” por sentir confianza por la vacuna rusa previo al inicio de la campaña de inoculación contra el Coronavirus en el país. 

Parece que algunos críticos desde el sofá del hogar pueden opinar mejor sobre ciencia que el virólogo que contribuyó a desarrollar tests nacionales de diagnóstico del virus de la covid-19 que han permitido contener el impacto de la pandemia.

El más reciente episodio, que me motivó a escribir estas líneas, es el de Déborah Rodríguez. Al parecer para algunos su representación en los Juegos Olímpicos no fue digna. Hace unos años fue vinculada al gobierno anterior. Lo suficiente para perder simpatía en parte de la población.

Parece que su histórico pasaje a semifinales no puede generarle emoción porque recibió apoyos para entrenar. ¿No es lo que pedimos para los deportistas uruguayos? Y aunque gane un salario ¿No es emocionante representar al país y lograr lo que ningún compatriota ha logrado en la historia?

Entonces que no lloren Messi, Suarez, Neymar y los jugadores millonarios cuando obtienen buenos resultados deportivos. Si les pagan por eso ¿No?

Pero claro que no es por eso el fastidio. Es su supuesta vinculación a un partido político.

No se si estaremos a tiempo de cerrar la grieta. De vivir con respeto y tolerancia. No mezclar y politizar todo. 

Espero que Cetraro y Kluver no se saquen una foto con líderes políticos porque pasan de héroes a villanos también.

Recapacitemos...