Finaliza un nuevo mes en pandemia. Otro con estadísticas difíciles de asimilar. Sobre todo teniendo en cuenta que promediando abril este escenario era probable si no te tomaban medidas importantes para contener el avance de los contagios. Son duras, pero no sorprenden. Si no blindabamos abril Uruguay tendría una situación grave. No se blindó y la tuvo. En mayo lo mismo.

Simplemente contemplamos como mueren más de 50 personas diariamente esperando que el avance en la campaña de vacunación disminuya los contagios, pese a que el Grupo Asesor Científico Honorario había sido claro que por si sólo eso no ocurriría si no se tomaban políticas que reduzcan la movilidad drásticamente. 

En abril se contagiaron 92.872 personas (3.095 casos diarios). En mayo 96.075 (3.099 por día). 

Finaliza el quinto mes del año con más de  8.500 personas más cursando la enfermedad en relación a como finalizaba el cuarto mes. 

Abril había finalizado con 1.642 fallecimientos (54,7 por día). Mayo registra 1.653 (53,3 por jornada).

Números prácticamente idénticos.

Y sabíamos que sería así porque lo manifestaron los científicos. Caminamos al precipicio con los ojos abiertos. Inentendible. 

En sólo 14 días de abril advertimos que las medidas anunciadas por el gobierno el 23 de marzo eran insuficientes para contener el avance del virus. La libertad individual por si sola no era suficiente. Naturalizamos lo inaceptable.

Y me pregunto cuantas muertes pudieron evitarse.

Pero más pienso en las que podríamos evitar mañana pero no lo vamos a hacer por no mover alguna "perilla" más. 

En Carmelo, una persona está falleciendo cada 3 días. Una muerte diaria a nivel departamental. 

Se pagó un costo en vidas demasiado alto.