Según un censo del año 2020, unas 4.000 personas se encuentran en situación de calle en Uruguay. De ese total, son casi 900 las que viven en la interperie.

Por si fuera poco, la economía familiar de cientos de compatriotas se ha visto afectada por la pandemia (el desempleo comenzaba a crecer incluso antes de la emergencia santiraria).

Según el Instituto Nacional de Estadística, la pobreza creció en el país en 2020, principalmente en el interior del país. En 2019 la pobreza de Montevideo representaba el 55% del total del país. En la actualidad, esa cifra (55%) está en el interior.

En Colonia por ejemplo, la pobreza subió de 3,64% (2019) a 6,38% (2020).

En este contexto de particular complejidad, llegaron los primeros fríos del año. En otoño. A veces se hace largo el invierno para muchos, por las bajas temperaturas, imagínense para las personas en estado de vulnerabilidad. Sin abrigo de cama suficiente, sin ropa, sin calefacción.

Para esas 4.000 personas con poco resguardo y ninguno para casi 900 es aún peor.

Pensar que muchas veces frente a la estufa decimos "qué frío", mientras también tenemos la posibilidad de comer algo calentito. !Que privilegio! Si tendremos que agradecer, en vez de quejarnos por tonterías muchas veces...

Una persona en la calle, que no está bien abrigada y come salteado, lo que puede, cuando bajan las temperaturas empieza a sentir escalofríos, le cuesta hablar, su respiración y pulso se alteran, y tiene dificultades de coordinación por su poca energía. Hasta el color de su piel cambia.

Cuando desciende la temperatura corporal, el corazón, el sistema nervioso y otros órganos no pueden funcionar normalmente. Si no se trata, la hipotermia puede provocar una insuficiencia del corazón y del sistema respiratorio total y eventualmente a la muerte.

Algo que ocurre tristemente todos los años. 

La vida se apaga sin notarlo. Muchas veces en total soledad.

Y no importa que circunstancias de la vida llevaron a ese hombre o mujer a terminar así. Si cometió errores o la vida nunca le dio una oportunidad. Porque es mentira que todos tenemos las mismas. El niño que va a clases con la panza llena tiene muchas más posibilidades de aprender y crecer sano que el que fue con un agujero en el estómago o tiene un entorno familiar complicado, o la noche anterior durmió acurrucado entre sus padres y varios hermanos en una casa precaria. La mayoría de las personas en situación de calle sólo completó Primaria.

Y si bien el Ministerio de Desarrollo Social trabajará en dar soluciones (como corresponde al Estado) no te quedes de brazos cruzados. No seas indiferente. Un alimento, una campera que no usas más. No es mucha cosa para vos pero es gigante para el que lo recibe.

Para dar aviso sobre personas en situación de calle está habilitada la línea 0800 8798, habrá 60 cupos en Colonia (todos en el Centro de Atención Transitoria de Carmelo).