Este 28 de noviembre fueron realizados 3.912 tests de COVID-19, que detectaron 208 casos nuevos de la enfermedad: 146 en Montevideo, 18 en Canelones, 10 en Soriano, 9 en Rivera, 8 en Rocha, 6 en Artigas, 4 en Cerro Largo, 3 en Maldonado, 3 en Tacuarembó y 1 en Paysandú. A la fecha, hay 1.251 personas con el virus, y en esta jornada se registró un nuevo fallecimiento, por lo que la suma total se elevó a 75, a nivel nacional.

Este domingo, el director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de la República (UdelaR), miembro del GACH, doctor Julio Medina (quien desempeña funciones también en Camoc y dialogamos el martes pasado en El Contestador) dijo que "inexorablemente vamos perdiendo nuestro lugar de privilegio. Debemos restringir nuestra movilidad e interacción física para desacelerar la propagación del virus".

"Cuando en promedio sumemos 125 casos diarios durante 2 semanas y conjuntamente la tasa de positividad sea mayor al 4% durante una semana, entonces entraremos a la zona roja del mapeo de colores (porque cumpliríamos el primer criterio de ALTO RIESGO)", agregó.

Sin dudas se trata del momento más complejo desde la llegada de la pandemia (13 de marzo) donde los casos se disparan y los brotes en Montevideo, sobre todo, serán difíciles de seguir con precisión. 

Sumemos que comienza a haber un mayor número de fallecidos. Lo que era muy ocasional durante muchos meses, pasó a ser una noticia semanal o casi diaria. Son 75 los uruguayos fallecidos y noviembre registro por primera vez fallecidos que no manifestaban patologías previas.

Es justo señalar que hasta ahora teníamos una situación de privilegio como señaló Medina y que muchas ramas de la actividad económica se retomaron hace meses. Y también que estamos a cierta distancia de los 8000 activos en simultaneo que podrían generar que el sistema de salud colapse (cifra que manejó el presidente de la República, Luís Lacalle Pou, cuando comenzó la emergencia sanitaria. Pero con 208 casos diarios (cifra de ayer) no está tan lejos ese número ahora. 

En marzo/abril eran comunes las conferencias de prensa en Torre Ejecutiva. Todos los días prácticamente, y muchas encabezadas por el propio presidente. Era lógico. No había altos índices de contagio pero había cierto miedo. Entendible ante la llegada de un virus nuevo y desconocido. El miedo se perdió tempranamente. También entendible dado el éxito del país en el manejo de la pandemia.

Pero ante la complejidad actual, ¿No sería pertinente que el gobierno se exprese ante la población? Una puesta a punto. Análisis de la actualidad. Medidas a tomar. Concientizar. Porque lo dijo medina en El Contestador: La ciencia dará respuestas para salir de esta pandemia, pero el tiempo para ello todavía es prolongado. Y se viene el verano que no será fácil.

Es hora que el gobierno de nuevamente señales.