El programa Ruralidad del Ministerio de Desarrollo Social trabaja con 280 familias de Artigas, Rivera, Tacuarembó, Paysandú, Canelones, Lavalleja, Río Negro, Rocha, Salto y Montevideo. El 50 % de esos emprendimientos están abriendo nuevos mercados a través del programa de venta de cercanías de productos a organismos del Estado, informó Mariela Fodde, de la Dirección Nacional de Economía Social e Integración Laboral (Dinesil).

Ruralidad es un programa de integración sociolaboral y productiva que se lleva a cabo en zonas rurales de Uruguay con un enfoque territorial, en el que el desarrollo es concebido como producto de dinámicas económicas, culturales y sociales, explicó Fodde a la Secretaría de Comunicación Institucional.

La funcionaria añadió que la Dinesil trabaja en el fortalecimiento de pequeños emprendimientos en los departamentos de Artigas, Rivera, Tacuarembó, Paysandú, Canelones, Lavalleja, Río Negro, Rocha, Salto y Montevideo. Esas iniciativas cumplen con los dispositivos legales que indica el monotributo social Mides para personas que viven en hogares que están en situación de vulnerabilidad social, lo que los habilita a venderle al Estado y a empresas privadas.

El programa se implementa en localidades de menos de 2.000 habitantes y las desigualdades geográficas son uno de los factores que se tienen en consideración al momento de diseñarlo, es realizado a medida en cada localidad.

El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) realiza acciones con una mirada integral y social en la ejecución compartida con organizaciones de la sociedad civil y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, con un foco puesto en lo productivo de los pequeños emprendimientos.

En tal sentido, Fodde hizo referencia a la ley n.º 19292, de agricultura familiar, por la que se puede reservar el 30 % de las compras públicas para pequeños agricultores familiares y pescadores artesanales. “Allí somos socios estratégicos con el Ministerio de Ganadería, porque estamos trabajando en la formalización de las organizaciones habilitadas para venderle al Estado”, señaló.   

También mencionó que se implementó un dispositivo de venta de cercanías o facilitación del comercio, con la idea de fortalecer a los pequeños emprendimientos y acercar la oferta a la demanda.

El primer organismo público que tenía esa necesidad de productos frescos era el Instituto Nacional de Alimentación (INDA), afirmó. En ese sentido, la Dinesil trabajó con 30 pequeños agricultores familiares que tenían emprendimientos productivos favorables a la venta de cercanía y que necesitaban asociarse, fortalecerse, tener algunas herramientas y contar con un cliente más estable.

Precisó que en el departamento de Salto se desarrolló la primera experiencia exitosa de venta de productos hortícolas y frutas por parte de pequeños productores al INDA, en el marco de la emergencia por las inundaciones que se registraron el año pasado.  

La Dinesil también está trabajando para que pequeños productores de Paysandú, Río Negro, Tacuarembó y Rivera puedan vender mercadería al INDA, propuesta que se desarrolla con acompañamiento técnico de asistentes sociales, ingenieros agrónomos, la Universidad de la República, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y el Instituto del Plan Agropecuario.

Agregó que también los ministerios del Interior y de Defensa, así como el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay y la Administración Nacional de Educación Pública, están involucrados en el comercio de cercanías.

La entrevistada anunció que hay otros rubros para abrir este mercado, como la cría de ovinos y de gallinas ponedoras, que se incluyen porque son una necesidad y también amplían el desarrollo y la sustentabilidad de pequeños emprendimientos asociados, además de fortalecer a las cooperativas de producción.

Monotributo social Mides