El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) abrió un centro de alojamiento colectivo con prioridad para egresados del sistema penitenciario que no posean hogar. El local, ubicado en la ciudad de Progreso, asegura 25 cupos; en el transcurso de 2023 se inaugurarán ocho más similares. “El delito es producto de algunas fallas de las instituciones que tendrían que haber actuado en el medio”, indicó el ministro Martín Lema.

El centro de alojamiento, inaugurado este viernes 12 en el departamento de Canelones, trabajará en un abordaje múltiple con acompañamiento social como forma de promover la reinserción de personas privadas de libertad y liberadas en situación de calle o en riesgo inminente de estarlo.

Lema, quien estuvo acompañado por la directora de Protección Social, Fernanda Auersperg, informó que este espacio forma parte de un proyecto integral dirigido a atender a las personas que recuperan la libertad tras su paso por el sistema penitenciario. La mirada está puesta en la rehabilitación, en un ámbito comunitario, en el que se comparten experiencias y talleres, promoviendo el  desarrollo integral de la persona, agregó.

El ministro explicó que mientras las personas liberadas evolucionan en su tránsito por los centros, el Mides subsidiará el pago de pensiones para avanzar en su autonomía. “Buscamos evitar la reincidencia, la situación de calle, la violencia, y apostamos a la convivencia”, remarcó.

En setiembre de 2022, el ministerio realizó un llamado a interesados a presentar proyectos de innovación social, en el que se presentaron 52 propuestas, 12 de las cuales fueron seleccionadas.

De ellas, nueve abordarán el componente habitacional. Este viernes abrió el primer centro originado de esas propuestas y los ocho restantes serán habilitados en los próximos meses, para totalizar 208 cupos. Los otros tres centros incluirán como componente esencial la promoción de la inserción laboral, cultural y capacitaciones.

Además, el proyecto prevé la realización de talleres socioeducativos con personas privadas de libertad en unidades penitenciarias, que incluyen la confección de libros.