El crimen del niño Inti en Neptunia generó una conmoción profunda en la sociedad uruguaya y muchas perturbaciones en el balneario, lugar que debió abandonar ayer la familia del principal sospechoso. La violencia con la que fue cometido el crimen y el hecho de que se haya formalizado por él a un adolescente de 16 años que vivía en la zona abrió también el debate sobre el estado mental del asesino y los desencadenantes de una acción tan brutal.

Para ilustrar más sobre este punto, el psicólogo forense Gustavo Álvarez habló esta mañana en Informativo Carve. Aseguró que si el menor es el asesino, como asegura la Fiscalía, el hecho de que su carrera criminal se haya iniciado con este "debut" es "excepcional".

De hecho, Álvarez cree que "se tiene que haber dado en la historia vital del muchacho determinado tipo de conductas de más bajo ruido pero que de todas maneras indicaban alguna cuestión que no se juzgaba a plenitud", aludiendo a alguna cuestión "extraña" o "bizarra" que haya podido pasar inadvertida en este tiempo.

Además, "por el modo de cometer el delito, por la víctima, por la elaboración, da cuentas de rasgos de personalidad significativos, concordantes con una psicopatía, donde no existe ningún remordimiento y donde el otro es una cosa y no un sujeto con el que puede empatizar".

Siempre hablando desde la generalidad y no este caso específicamente, aclaró el psicólogo, hay una técnica para determinar la posibilidad de una reinserción social exitosa (recordemos que si es condenado, el adolescente no cumplirá más de cinco años de reclusión). Esta técnica se llama "estudio de la carrera criminal". "Hay algunos indicios que dan cuenta de una mayor o menor probabilidad de reinclusión. Por ejemplo, la edad de comienzo de la actividad delictiva, el tipo de delito y el eco afectivo que despierta el delito luego de ser cometido. A menor edad y a mayor gravedad, la posibilidad de reinserción disminuye drásticamente", opinó el forense.

Además, destacó que la manera de cometer este delito da muestras de algunos rasgos de personalidad preocupantes. Álvarez no calificó el crimen de inédito, porque este tipo de hechos "sucedían antes" aunque ahora "la visibilidad de los medios de comunicación ayuda" a dar esta idea. De todos modos, opinó que "los frenos inhibitorios de la sociedad cada vez son menores, entonces la expresión de la violencia en el acto delictivo se viene incrementando".