El embajador paraguayo en Uruguay, Rogelio Benítez, visitó la ciudad de Carmelo para seguir conociendo el territorio nacional.

Tras mantener una reunión con el alcalde Natalie Ortíz, el director de la Casa de la Cultura, José Luís Banchero y la directora de Turismo de Colonia, Cristina Otero (entre otros), Benítez manifestó que está cumpliendo la segunda etapa de su visita al departamento de Colonia (visitó cinco departamentos y planea recorrer todo el país).

"Se enmarca en un programa que denominamos "Hablemos" que busca profundizar las relaciones bilaterales y hacer una promoción de Paraguay", dijo. No sólo pensando en el intercambio comercial, sino que el embajador señaló que busca estrechar lazos culturales. "Relacionarnos desde el afecto y el aprecio". "Queremos saber que es lo que siente Carmelo, que es lo que produce, a dónde apunta y que tiene para exportar", agregó el embajador.

Del departamento de Colonia destacó su diversidad: "Tiene turismo, industria, comercio, ganadería y producción láctea". "Tiene todo", concluyó, a diferencia de otros departamentos que se destacan en un área en especial. "Colonia es un abanico y dentro que lo que hemos conocido, que no se ofenda nadie, es un sueño". Pero no solo por sus actividades diversas. Benítez destaco la calidad de su gente: "sencilla como nosotros". 

Por eso dijo que se va con grandes ilusiones y la posibilidad de concretar inversiones en esta zona del país. 

En otro orden, demostró tener un gran conocimiento de la historia uruguaya y del prócer José Gervasio Artigas. "Somos hijos de la yerba mate como ustedes", dijo, señalando muchas coincidencias para pensar en un futuro común.

"Artigas eligió vivir sus últimos 30 años de vida en Paraguay", agregó sobre el prócer, desmintiendo teorías que indican que su país no había dejado salir a Artigas. "Artigas no quiso salir y sentía Paraguay como su patria".

Benítez, que detalló aspectos de la vida de Artigas en Paraguay, dijo que éste amaba el país y tenia un gran dominio de la lengua (Guaraní) y a su vez el pueblo lo estimaba y respetaba por sus luchas. Era conocido como "señor bondadoso" y por eso "es un icono en América que compartimos".

Además dijo "que en 1729 cuando había 250 familias en Montevideo, había 140.000 indios guaraníes en la zona", entonces "hay un peso cultural y de tradiciones que nos únen y obligan a estrechar los lazos entre ambas naciones", finalizó.