El senador nacionalista Jorge Larrañaga comenzó la recolección de firmas para convocar a un plebiscito que habilite la participación de militares en el patrullaje y habilitar los allanamientos nocturnos, entre otras medidas.

Larrañaga defendió la iniciativa porque "o hay reforma constitucional o no habrá cambios sustanciales en materia de seguridad".

"En el gobierno están inmovilizados por la ideología, al punto que el propio presidente (Tabaré) Vázquez anuncia comisiones para hacer en 2 años lo que no se hizo en 13 años, en un proceso alarmante de agravamiento de la violencia".

La propuesta de plebiscito propone modificar el artículo 11 de la Constitución para habilitar el "allanamiento nocturno" de viviendas, "para los casos en que el juez actuante tenga fundadas sospechas de que se están cometiendo delitos".

También se propone modificar el artículo 27 para que permitir que el Parlamento disponga que los condenados con sentencia firme por delitos graves no accedan a "ningún instituto que permita su liberación antes del cumplimiento de la pena en su totalidad". También se habilita la creación de la "pena de reclusión permanente", que "podrá ser revisada por la Suprema Corte de Justicia, quien podrá decretar su libertad luego de cumplidos 30 años de reclusión".

La creación de una Guardia Nacional "con integrantes de las Fuerzas Armadas, para cumplir funciones de seguridad pública interior en todo el territorio de la República", es otra de las medidas que se incorporaría a la Constitución, reformando su artículo 85.

En este sentido, la alcaldesa de la ciudad, Alicia Espindola, manifestó que firmará para que este plebiscito se realice, al igual que el intendente de Colonia, Carlos Moreira.

Larrañaga llegará este jueves al Club Unión, donde realizará una conferencia de prensa a la hora 11.30, y se podrá firmar.

Consultada sobre la situación actual en Carmelo, dijo que "esta muy complicado, dejamos de ser una ciudad tranquila". "Se esta haciendo costumbre que todos los días haya robos, y con mayor violencia".

Espindola agregó que esta es una nueva realidad, donde hay que convivir con el miedo. "Los propios turistas nos señalan esto: que ha pasado con Carmelo que antes era una ciudad tranquila y ya no".