El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) inició la segunda edición de Somos, el Congreso Internacional sobre Educación Inclusiva. La instancia reúne a expertos, docentes y estudiantes de varios países, con el objetivo de obtener insumos para elaborar un plan estratégico. El ministro, Pablo da Silveira, remarcó la necesidad de situar "el tema en la agenda" y destinar recursos para contar con centros más inclusivos.

Además de Da Silveira, la mesa de apertura incluyó la presencia de la presidenta de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Virginia Cáceres; el director nacional de Educación, Gonzalo Baroni; la directora de Discapacidad del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Karen Sass, y el representante de Unesco en Uruguay, Francisco Benavides.

El congreso se desarrollará los días 19 y 20 de agosto, en Montevideo. Esta segunda edición procura generar insumos para diseñar un plan estratégico de transformación en la cultura de los centros educativos, con un enfoque de accesibilidad. También propicia sociabilizar sobre conocimientos y experiencias valiosas, y contribuir con el desarrollo profesional docente en la temática.

Da Silveira destacó la continuidad del trabajo en materia de inclusión y llamó a avanzar con una visión integral. En este sentido, remarcó la necesidad de asumir el desafío entre todas las instituciones, con una visión de equipo. Asimismo, valoró la generación de conocimiento para tomar medidas que promuevan una educación más inclusiva.

El jerarca reconoció la necesidad de centrar el debate en la inclusión y destinar más recursos a este tema. “Una educación inclusiva es más cara que una educación no inclusiva”, dijo. Además, recordó que, por una cuestión demográfica, en Uruguay hay cada vez menos alumnos y, por lo tanto, se pueden utilizar los recursos disponibles para promover acciones de este tipo.

Por su parte, Cáceres valoró la instancia como una oportunidad para discutir estrategias para hacer efectivo el derecho a disponer de centros educativos inclusivos, que valoren la diversidad y atiendan los tiempos de aprendizaje según las necesidades de cada niño. Asimismo, destacó la necesidad de que la organización del congreso se transforme en una política pública de largo plazo.

En esta edición, participarán unas 1.200 personas y habrá más de 100 ponentes.