Días antes de que Yugoslavia debutará ante Brasil el 14 de Julio en el mundial de Uruguay 1930, una periodista del diario argentino "La Nación" le manifestó su asombro al entrenador balcánico, Bosko Simonovic, porque sus hombres no habían realizado un solo entrenamiento desde su llegada a Montevideo. <Nosotros —explicó Simonovic— no somos profesionales, y no tenemos por que sacrificarnos. Todos nuestros muchachos son rebeldes al entrenamiento. Nuestro juego no va a variar mucho por unos puntapiés más a la pelota, o una flexión, que a lo mejor nos endurece>. Yugoslavia tuvo un desempeño bastante meritorio: salió primero en su zona al derrotar a Brasil por 2 a 1 y a Bolivia 4 a 0. Luego cayó en la semifinal ante la Celeste local por 6 a 1.