El Ministerio de Salud Pública (MSP) solicitó a la Asociación de Diabéticos del Uruguay (ADU) y a la Fundación Diabetes Uruguay (FDU) un registro de personas que tengan diabetes para poder ampliar la base de datos con la que cuentan y así organizar la agenda de vacunación, ya que no cuentan con los datos actualizados respecto a esta población de riesgo.

Lo que se busca es tener la información necesaria para priorizar, en esta etapa, a los diabéticos entre 18 y 39 años en el programa de vacunación contra el COVID-19.

En la mañana de El Contestador dialogamos con el gerente general de ADU, Javier García, al respecto.

Señaló que "esa franja más joven será la última en ser convocada a vacunarse por lo cual quienes sean diabéticos deberían ser llamado antes". Tiene lógica, dado que si algún diabético se desempeña en la educación, bombero, militar (y otros grupos ya habilitados para vacunarse) o tuviera 55 a 59 años, o desde este martes de 50 a 70 años ya podrá vacunarse en breve y no así la población más joven.

Todavía no está definido cuando podría abrirse la agenda para este grupo. Es algo que conversarán en las siguientes horas con las autoridades del Ministerio de Salud Pública.

"Mucha gente nos dice que ya llenó el formulario y pregunta cuando les toca vacunarse". "Hagamos un ejercicio de paciencia y tolerancia. Todos vamos a ser vacunados en algún momento y esperar algunos días más después de un año de pandemia no hará nada", manifestó ante la impaciencia por parte de la población.

González dijo que se estima que entre el 8-10% de la población tiene diabetes y el 50% de esa prevalencia esta sin diagnosticar.

El gerente manifestó su preocupación por las consecuencias de la pandemia de cara al futuro. "El encierro generó mala alimentación, falta de ejercicio. La diabetes dos que es causada por los malos hábitos de vida (la de mayor presencia: 9 de cada 10). será más común". "No sería extraño que post pandemia tengamos mayor cantidad de casos en Uruguay", agregó.

El sedentarismo y mala alimentación son factores de riesgo. Y para González, la pandemia obliga al mundo a replantearse políticas sanitarias, no sólo para combatir el Covid-19 sino para mejorar la eficacia y estrategia en general con las enfermedades.