“No veo inconvenientes para desarrollar (en el área) un espacio turístico”, dijo el presidente de la delegación nacional ante la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), Felipe Michelini, en referencia a la isla unificada de Martín García, de jurisdicción argentina, y Timoteo Domínguez, de Uruguay. En ese último territorio ya se comenzaron acciones en conjunto con la Armada para reafirmar la soberanía.

“Estoy convencido de la posibilidad de demarcar las islas Martín García y Timoteo Domínguez, que ahora forman un solo accidente geográfico en el Río de la Plata, y dar seguridad jurídica en lo que va a ser la única frontera terrestre entre ambos países, que será fundamental para potenciar una utilización conjunta, con la debida preservación del ambiente”, expresó Michelini.

“No veo inconvenientes para desarrollar (en el área) un espacio turístico, porque Martín García tiene un acervo patrimonial e histórico-cultural importante, además de un parque de flora autóctona”, analizó el funcionario, en diálogo con la Secretaría de Comunicación Institucional. El Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo, firmado en 1973 en Montevideo, posibilita ese trabajo conjunto entre los dos países, añadió.

“Podría utilizarse ese territorio de Martín García (de 184 hectáreas), junto al de Timoteo Domínguez (de unas 200 hectáreas y que presenta un estado agreste), como desarrollo complementario de un espacio de turismo alternativo”, apuntó. “Eso generará fuentes de trabajo y afirmará la soberanía nacional en un espacio físico que es uruguayo”, complementó.

Michelini señaló que este año las cancillerías de ambos países recibieron los informes técnicos necesarios, elaborados por la CARP, “que están a estudio (…) para poder avanzar en una demarcación física en el límite terrestre”, según informó.

“Fueron estudios complejos en la determinación de cuándo comienza la isla Timoteo Domínguez, que tiene una conformación geográfica y geológica diferente a la de Martín García”, sostuvo, pues la primera surgió de depósitos aluvionales y la segunda es de conformación rocosa. La demarcación es un tema político, abundó, y manifestó confianza respecto a que los dos gobiernos “logren un posible acuerdo”.

Michelini dijo que, junto con la Armada Nacional, se implementaron algunas “instancias, como la de colocar el pabellón patrio en Timoteo Domínguez y hacer una señalización más acorde, como parte de un plan de obra mínimo que demuestre el interés y la soberanía nacional en ese territorio”.

La facturación por concepto de cobro de peajes de buques en el Río de la Plata llegó a 7,4 millones de dólares el año pasado, informó la comisión administradora de ese curso fluvial compartida entre Uruguay y Argentina. Las tareas de dragado de profundización y de mantenimiento de los canales y la caída de la producción de soja ese año explican el retroceso registrado respecto de 2017.

“La Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) tiene a su cargo la gestión del canal Martín García, que comprende las tareas técnicas de profundización de dragado ya finalizadas, el control mediante relevamientos batimétricos y el balizamiento que se realiza en forma continua con embarcaciones propias”, explicó el encargado de la Oficina de Control de Obras, Rafael Saizar. “Son 122 boyas que delimitan el canal de 106 kilómetros de longitud”, detalló.

El canal Martín García se localiza en aguas de uso común de ambos países del Río de la Plata y se extiende desde la desembocadura del río Uruguay hasta su encuentro con el canal de acceso al puerto de Buenos Aires.

El balance del año pasado cerró con una facturación de 7,4 millones de dólares, 3,3 millones menos que en 2017, retroceso atribuible al contrato de dragado de profundización y de mantenimiento de los canales del Río de la Plata entre el kilómetro 37 (Barra del Farallón) y el kilómetro 0 del río Uruguay.

El integrante del organismo binacional recordó que el consorcio holando-belga Boskalis-Dredging International realizó los trabajos de profundización del dragado, a 34 pies en fondos blandos y a 38 en los duros, del canal Martín García. La empresa adjudicataria de las obras, además, se ocupará de las tareas de mantenimiento por cinco años, prorrogables por un lapso similar.

Saizar señaló a la Secretaría de Comunicación Institucional que el ancho de solera o base del canal supera los 90 metros, por lo que triplica la manga (ancho) de un buque del orden de los 32 metros.

Dragado aportará beneficios económicos al sur del subcontinente

En tanto, el encargado de la Oficina de Peaje, Daniel Maier, destacó que contar con el canal Martín García dragado traerá beneficios económicos no solo a Argentina y Uruguay, sino a otros países de la región. Contar con una mayor profundidad permite que los buques carguen 5.000 toneladas adicionales de mercadería y eso reduce los costos del transporte.

Maier indicó que, del total de buques que transitan por el canal, el 80 % va a buscar granos, en particular soja, a los puertos argentinos. El restante 20 % se dirige al puerto de Nueva Palmira a cargar granos y celulosa. Existe un pequeño remanente de barcos que transportan combustible, contenedores a Paraguay y buques que van o vienen en lastre a buscar carga a los puertos.

En todos los casos, los barcos que navegan por Martín García deben abonar un peaje que se destina al mantenimiento del canal. La CARP debe identificar todos los buques para el posterior cobro de una tasa, al tiempo que está en contacto con los clientes que utilizan el canal para satisfacer las necesidades que surjan de la navegación.

Para el cobro del peaje, el organismo utiliza el sistema de identificación automática que permite a los buques comunicar su posición, entre otros datos relevantes que contribuyen a evitar colisiones. La información es cotejada, además, con partes diarios que aporta la Prefectura Naval.