El ministro Víctor Rossi informó que al asumir la cartera, en 2005, eran 4.556 los funcionarios y solo 632 estaban presupuestados, el resto eran eventuales y contratados. Hoy tiene 2.869 trabajadores, 98 % presupuestados, y regularizó situación de miles que ingresaron en gobiernos de derecha. En este contexto, se cuestionó si son viables las proyecciones de ciertos candidatos de reducir en 50.000 puestos la plantilla pública.

Durante la rendición de cuentas en la ciudad de Libertad, San José, este lunes 23, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, señaló que, si bien es lógico y legítimo que la oposición procure desplazar al Gobierno con sus argumentos y propuestas, “corresponde a un país democrático, pero también es lógico y legítimo que el Gobierno nacional defienda su gestión y diga la razón de sus actuaciones”.

En ese sentido, con respecto a las propuestas de ajuste estatal que incluyen la reducción de funcionarios públicos, entre 50.000 y hasta 70.000 empleados, mencionó que en su primer período al frente del ministerio había 4.556 funcionarios, de los cuales solo 632 estaban presupuestados y el resto eran contratados o eventuales, algunos de ellos con 20 años de antigüedad. Hoy son 2.869 funcionarios, un 98 % presupuestados, informó.

El resto de los ministerios y de la administración central redujo su plantilla de recursos humanos, excepto tres sectores priorizados por los gobiernos del Frente Amplio: seguridad, salud y educación.

Por este motivo, el ministro se preguntó de dónde se reducirán 50.000 funcionarios. “Es bueno saberlo bien, partir de la realidad, o será solo una afirmación porque ahora cae bien y viene bien decirlo y luego volverán los eventuales y contratados colgados de la nada”, sostuvo.

En otro tema, Rossi señaló que la gestión económica se realizó teniendo en cuenta a toda la ciudadanía y no a algunos sectores. Recordó que los únicos gobiernos con inflación de un solo dígito de forma sostenida fueron los gobiernos que estuvieron entre 2005 y 2020, que incluyó el período más largo de crecimiento. En toda la historia del país, desde 1950 en adelante, antes, durante y después de la dictadura, el aumento general de precios se incrementó.

Rememoró la crisis de 2002, con el cierre de varios bancos, restricciones en el manejo de los depósitos, el decreto de feriado bancario en julio, la afectación a la economía y la producción uruguaya, los ingresos a trabajadores y jubilados, así como la crisis social que sobrevino después. “Estos 15 años nos prepararon para que nunca más estos hechos puedan repetirse en Uruguay”, dijo Víctor Rossi.