Mientras en el Río de la Plata se trabaja para presentar una candidatura para el Mundial 2030, en el mundo hay competidores que se mueven más rápido y ya tienen el camino más allanado en cuanto a infraestructura. Portugal, España y Marruecos podrían ir juntos, Gran Bretaña analiza presentarse y China no lo descarta. Además, hay africanos que se ilusionan.

Pensando con optimismo en la posibilidad de que Uruguay vuelva a albergar una Copa del Mundo, el Estudio de Arquitectos de Roberto Santomauro y Javier Olascoaga junto con especialistas en estructuras de grandes dimensiones a nivel mundial divulgaron un proyecto de remodelación del Estadio Centenario que presentarán cuando se abra una licitación.

"La imagen propuesta, cuya concreción supone un desafío ingenieril y arquitectónico relevante, contribuye a resignificar el carácter emblemático del Estadio Centenario, ubicándolo entre los más avanzados a nivel global", sostienen en su presentación, y aclaran que se tratará de una "remodelación" y no de derrumbar y construir desde cero.

"El proyecto, que se concibe como parte de la renovación urbana de todo el Parque Batlle, se formula a partir de las premisas de; Preservar la espacialidad interior del escenario; preservar la visión de la envolvente original, sobre todo de la fachada que cierra la tribuna
Olímpica; destacar compositivamente la Torre de los Homenajes, que forma parte del Patrimonio Histórico de la Ciudad de Montevideo".

Por tal motivo, el ambicioso y llamativo techo que se planea sobre las tribunas no tendrá contacto alguno con la icónica Torre de los Homenajes. La cubierta, conformada por dos arcos, un anillo perimetral y una membrana de PTFE soportada por un sistema de cables, costaría cerca de 50 millones de dólares, según revelaron Santomauro y Olascoaga a Ovación.

El resto de las obras costaría "otro tanto", dado que es necesario "realizar obras" para actualizar el estadio "en términos urbanos, funcionales y simbólicos de forma de poder acoger espectáculos deportivos, artísticos y demás eventos con prestaciones acordes a las exigencias contemporáneas".

Los objetivos de la propuesta son los siguientes: "Desde el punto de vista urbano, renovar el Parque Batlle, lo que supone el objetivo de remover las construcciones e instalaciones de privados que no aportan al uso colectivo y degradan visualmente el espacio. Implica además dotar al Estadio Centenario de áreas de acceso y estacionamiento que aporten a la afluencia de público prevista, y la reconfiguración paisajística de las áreas intervenidas, resignificando la relación del Estadio Centenario y el Parque con la ciudad".

Además, "recuperar la estructura original del Estadio, solucionando los problemas de deterioro actual, renovar el campo de juego y modernizar y ampliar los espacios para el público de acuerdo a las exigencias actuales de FIFA, lo que incluye el techado de las tribunas".

Por otra parte, se propone "modernizar y reorganizar las áreas de apoyo (vestuarios, áreas deportivas, áreas médicas, cabinas de transmisión, oficinas, etc) y las instalaciones (pantallas y demás elementos de comunicación, instalaciones de seguridad, riego, drenajes, etc)", así como también "incorporar nuevas áreas, en función de las exigencias contemporáneas" como palcos vip, áreas de prensa, áreas comerciales, espacios de reunión y para eventos, nueva sede del Museo del Fútbol, accesos y estacionamientos para delegaciones.

En función de los conceptos planteados anteriormente, la propuesta se conforma con los siguientes elementos:

- Una plataforma horizontal que a partir del nivel exterior frente a la Torre de los Homenajes,
genera un área de circunvalación peatonal que deviene en plaza urbana frente a la Tribuna
América, con vista al Parque. Esta plataforma articula el vínculo del volumen básicamente cilíndrico del Estadio con la topografía del Parque, y bajo la misma se ubican parte de las nuevas áreas que se prevé incorporar.

- Una cubierta para las tribunas, que se conforma a partir de dos arcos paralelos y levemente
inclinados, desarrollados a partir del eje determinado por la Torre de los Homenajes.
Estos arcos, conjuntamente con un anillo perimetral exento, soportan una cubierta colgante de membrana de PTFE, de excelente comportamiento lumínico tanto de día como de noche,
mediante una estructura de cables.

El conjunto estructural de arcos, anillo y cubierta se ordenan en función de la Torre de los
Homenajes e interactúan con esta desde el punto de vista compositivo y plástico.