El proyecto ya tiene el visto bueno del Municipio de la ciudad de Carmelo y también de la Junta Departamental de Colonia. La propuesta nació por parte de un club rotario de la ciudad de Posadas, Provincia de Misiones, República Argentina, Y refiere justamente a la colocación de un busto en homenaje a Andrés Guacurarí y Artigas “Andresito”, hijo adoptivo del Gral. José Gervasio Artigas.

El mismo, lo realizó un artista de Misiones, y se espera que en los próximos meses llegue su obra a la ciudad para su colocación, seguramente en uno de los canteros de la plaza.

Andresito nació en Santo Tomé el 30 de noviembre de 1778. Fallecido en Río de Janeiro en 1821. Fue uno de los primeros caudillos federales de las Provincias Unidas del Río de la Plata y el único de origen indígena en la Historia Argentina. Gobernó entre 1811 y 1821 la Provincia Grande de las Misiones, de la cual la actual provincia argentina homónima es sólo una parte.

Fue uno de los más fieles colaboradores del general de la Banda Oriental actual Uruguay , José Gervasio Artigas, quien lo apadrinó y lo adoptó como hijo; permitiéndole firmar como “Andrés Artigas”. Era de familia guaraní, lo que —de no haber mediado Artigas— le hubiera excluido de la oficialidad de la época. 

Las tribus guaraníes de Misiones se incorporaron al Exodo, en el Campamento de Daymán. Y en Ayuí, en el Segundo sitio, lucharon contra los porteños. Al ser elevado por Artigas a la Comandancia General de Misiones, siendo lider de los tapes en 1815, alentó y fortaleció el sentimiento de rebeldía en el alma guaraní.

Al producirse, en 1816, la invasión de los portugueses coaligados con los porteños, Andrés Artigas penetró en esos territorios de Portugal invitando a los misioneros orientales a destruir la tiranía.

El protector consideraba que los indios debían ser tratados en pie de igualdad respecto a los criollos, pudiendo acceder a cualquier cargo político o militar. Si Artigas y el artiguismo significaban la expresión más clara de la defensa de lo nacional en la revolución hispanoamericana, no hay dudas que Andresito y los sectores populares encarnados en el pueblo guaraní misionero fueron los principales objetivos de aquel programa y el símbolo más representativo de esa lucha.

Andresito combatió al frente de una división de dos mil guaraníes misioneros. Algunos éxitos en combate tuvo frente a los portugueses en San Borja (1816) en Apóstoles (1817) y en San Nicolás (1819), pero no fue suficiente.

Alguna traición como la de la Redota ayudó a hundir en la historia de los anhelos no concretados su lucha por liberar a los misioneros. Así fue que su patria quedó arrasada y él mismo resultó prisionero por años en Río de Janeiro.

Sus hermanos guaraníes tuvieron mejor suerte en las campañas de Chile y Perú. En el Regimiento de Granaderos a caballo al mando del compaisano General José Francisco de San Martín y de jefes y oficiales instruidos en Europa, combatieron en cien batallas y al finalizar la campaña algunos regresaron triunfantes, como Miguel Chepoyá a sus pagos, encontrándolos saqueados y a sus parientes fallecidos, exiliados o presos.

A esta relevante figura para la historia de Amérca Latina, se le otorgó post mortem el grado honorífico de General en nuestro país. Allí se dice que "el referido oficial prestó servicios heroicos a la causa federal y mantuvo, hasta su muerte, una adhesión inquebrantable al caudillo oriental. Como el más destacado jefe misionero fue parte  indivisible del proyecto artiguista, en el que la reivindicación de la nación guaraní fue uno de sus ejes principales".