Antonio Gibara es un carmlitano que vive en Caracas, Venezuela hace 31 años. En un momento por demás complejo para ese país, nos brindó su impresión sobre la crisis actual.

Gibara manifestó que para entender esta situación hay que remontarse un año atrás, cuando se convocan elecciones anticipadas con partidos políticos que estaban fuera de poder participar. Con 60% de abstención, Organizaciones no gubernamentales como el Foro Penal Venezolano, Súmate, Voto Joven, el Observatorio Electoral Venezolano, la Red Electoral Ciudadana, el Observatorio Global de Comunicación y Democracia y el Centro de Justicia y Paz expresaron preocupación frente a diversas irregularidades durante la convocatoria y el proceso electoral, incluyendo la inhabilitación de candidatos, el impedimento de participación de partidos opositores, la falta de competencias constitucionales de la Asamblea Constituyente para convocar a elecciones, la falta de tiempo para los lapsos establecidos en la normativa electoral y la compra de votos.

De todos modos, varios meses después, Nicolas Maduro asumió como presidente a comienzos de 2019.

Pero esta semana, en medio de las manifestaciones de la oposición en Caracas, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, juró asumir las competencias del Poder Ejecutivo, con apoyo de varios países.

Guaidó toma este juramento activando el articulo 233 de la Constitución, que establece que pueden existir faltas absolutas del presidente de la República y que las mismas pueden ser decretadas por el Parlamento, cuando exista “abandono del cargo”, algo que la Asamblea Nacional cree que es una realidad desde 2017 por el “incumplimiento de deberes constitucionales” por parte de Maduro.

En este contexto de crisis política, económica y social se encuentra el pueblo venezolano. Con horas de tensa calma ante la posibilidad de diálogo, pero con un conflicto armado latente.

Para Gibara el sentir del pueblo es claro. "Las convocatorias de la oposición son multitudinarias y las del gobierno de Maduro no", en referencia a que hay un claro convencimiento de que se necesita un cambio urgente. A su vez, dijo que hay mucha hipocresía en torno al tema: "Escuche a un político uruguayo que decía que los "gringos" estaban teniendo injerencia porque están interesados en el petróleo, ¿acaso los que hay apoyado a Maduro no han tenido intereses?". "Venezuela tiene las reservas de petrolero más grandes del mundo y eso genera intereses económicos", agrego al respecto.

En el pasado, Venezuela era el proveedor del 17% del consumo interno estadounidense, hoy no llega a 5%. Además, le compran a estos 1.200.000 de barriles de gasolina refinada porque Venezuela no ha podido refinarla, dijo el carmelitano en referencia al deterioro del país.

¿Por qué ocurrió? Según indicó, "cuando tu tienes una empresa que maneja este recurso natural tan valioso, pero pasa a ser la compradora de las cajas para el pueblo, de la comida, del arroz, se desvirtúa y pasa a ser la caja chica del gobierno". De las ganancias de la empresa se llegó a un déficit de 126.000 millones de dólares.

"La inflación llegó a 2.300.000%, y así no puede vivir nadie", dijo sobre las condiciones de vida del pueblo. Gibara puso un ejemplo en pesos uruguayos para comprender la situación: "El 14 de diciembre compramos pescado a $800 el kilo, los primeros días de 2019 cuesta $7100". Si bien se aumento el salario mínimo de 4500 a 18000 pesos, un kilo de carne cuesta 16.000 pesos. "El otro día compre 4 cebollas, 4 tomates, un trozo de zapallo, medio kilo de queso y una docena de huevos y gaste 15.200 pesos, casi el salario mínimo", dijo con preocupación. Una familia con cuatro personas no puede vivir, "la gente tiene hambre".

En octubre se instaló un nuevo cono monetario: el bolívar soberano, un plan de Nicolás Maduro contra la hiperinflación, que va de uno a 2000 soberanos. "Les puedo decir que los billetes de dos, cinco, diez, cíen soberanos ya no sirven, nada cuesta eso, la gente ya no lo acepta".

Gibara dijo que en las casas ya no tienen medicamentos por lo costosos que son, algo que es habitual en los hogares uruguayos.

Con respecto a la posición que ha tenido el gobierno uruguayo con respecto a la situación en ese país dijo sentir vergüenza. "Duele que la gente que gobierno hoy en Uruguay, y en el pasado fueron respaldados por la oposición de Venezuela les nieguen la mano, me siento avergonzado", finalizó Antonio Gibara, un carmelitano en las agitadas tierras venezolanas.