Unos 3.100 productores rurales de pequeña escala accederán a políticas públicas para la incorporación de tecnología, la inserción de su labor en las cadenas productivas, asistencia técnica y la organización territorial, a partir del convenio suscrito entre el Gobierno de Uruguay y el Banco Interamericano de Desarrollo, que comprende 27 millones de dólares a ejecutarse en seis años.

Los objetivos de este nuevo programa incluyen “contribuir a aumentar la sostenibilidad de las unidades de producción agropecuarias familiares, especialmente para incorporar, adoptar y transferir tecnologías, que logren inserción competitiva en cadenas de valor, favorecer la asociatividad de los beneficiarios y brindar asistencia técnica”, precisó el director de Desarrollo Rural, José Olascuaga, en entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional.

“Se trata de que puedan vender mejor su producción”, subrayó Olascuaga, quien recordó que el primer programa constó con 33 millones de dólares de financiación, de los cuales se ejecutaron más de 30 millones a través del llamado y las acciones.

Para esta nueva etapa, “pensamos en la meta de llegar a 3.100 productores familiares, pero con la mirada en aquellos que hasta el momento no han recibido apoyos del Ministerio de Ganadería”, describió.

Un llamado para proyectos presentados por jóvenes rurales y otro destinado a la incorporación de tecnología para medianos y pequeños productores familiares y organizaciones de productores serán las dos primeras iniciativas abiertas.

En primer lugar, los productores serán convocados por parte de las organizaciones para que se presenten como agentes territoriales, es decir, cooperativas, sociedades de fomento, entre otras. En tanto, en la segunda etapa, serán convocados directamente según cada llamado.