La violencia simbólica y el acoso sexual callejero, que están definidos en la ley n.º 19580, sobre violencia hacia las mujeres basada en género, son aspectos presentes en cómo se muestra a las mujeres en los medios de comunicación o en los productos culturales y también sobre los comportamientos que generan malestar en los espacios públicos, dijo Mariella Mazzotti, este jueves en la Institución de Derechos Humanos.

Mazzotti participó este jueves, en la Institución de Derechos Humanos, del encuentro “No solo los golpesdañan”, en el que referentes sociales dialogaron sobre el acoso sexual callejero y la violencia simbólica, tras la promulgación, en enero de este año, de la ley n.º 19580 sobre violencia hacia las mujeres basada en género.

El ítem G del capítulo 1 dice: “Violencia simbólica. Es la ejercida a través de mensajes, valores, símbolos, íconos, imágenes, signos e imposiciones sociales, económicas, políticas, culturales y de creencias religiosas, que transmiten, reproducen y consolidan relaciones de dominación, exclusión, desigualdad y discriminación, que contribuyen a naturalizar la subordinación de las mujeres”.

Al respecto, Mazzotti dijo que la violencia simbólica no es un hecho que se visualice, todavía, en la sociedad uruguaya. Enfatizó que la desigualdad en los ámbitos de trabajo y de política llevan a este tipo de violencia, lo que puede terminar en feminicidios.

Las formas de mostrar a las mujeres en la calle, en los medios de comunicación, en los textos, en las revistas y en los productos culturales de todo tipo son definidas como violencia simbólica. “Uno de los aspectos que la ley promueve es la generación de opinión pública, reflexión y análisis, para superar esas imágenes de mujeres objetos sexuales o mujeres en condiciones de desigualdad”, señaló.

El ítem K del capítulo 1 de la ley define al acoso sexual callejero como “todo acto de naturaleza o connotación sexual ejercida en los espacios públicos por una persona en contra de una mujer sin su consentimiento, generando malestar, intimidación, hostilidad, degradación y humillación”. Mazzotti  dijo que, “a nivel de violencia callejera contra niñas, adolescentes, mujeres mayores, con discapacidad o afrodescendientes, hay que reflexionar, porque es necesario un cambio cultural y la toma de conciencia, más que punición. Nos interesa que avancen la idea y los valores de igualdad en estos temas”.

Agregó que la Institución de Derechos Humanos forma parte del Consejo Nacional Consultivo por una Vida Libre de Violencia de Género hacia las Mujeres, en el que se produce un encuentro de instituciones estatales y organismos descentralizados junto con la Red Uruguaya contra la Violencia Sexual y Doméstica, que representa a la sociedad civil, con el objetivo de cumplir con la ley.

Ley n.º 19580