Dos hermanos que juegan para diferentes selecciones

Las vidas y las trayectorias futbolísticas de Jerome y Kevin-Prince Boateng han estado caracterizadas por ser independientes la una de la otra, además de estar marcadas por la actitud y la forma de ser de ambos, un hecho en el que tiene que ver bastante el entorno de los lugares, totalmente distintos, en los que se criaron. El Hertha de Berlín les unió cuando rozaban la veintena de edad y poco después de sus debuts como futbolistas profesionales emprendieron caminos diferentes en sus respectivas carreras. El fútbol, que les ha enfrentado en más de una ocasión como rivales, y el ser hijos del mismo padre constituyen los dos únicos lazos por los cuales se puede decir que no están separados del todo.

El cariño, el afecto, la complicidad, la fidelidad, el amor, la amistad, el apoyo moral y emocional... son diferentes vínculos que unen a los hermanos de una misma familia y que, en muchos casos, les hacen ser inseparables, hasta el punto de considerarse almas gemelas. En otros casos, la diferencia de edad, rencillas familiares o incluso los celos crean una relación que en muchos casos puede ser casi inexistente, en el primer caso, e insostenible si hacemos referencia al segundo y tercero. El caso de los hermanos Boateng, sin embargo, no es exactamente el fruto de estos ejemplos que se acaban de exponer. Evidentemente, las circunstancias y el ambiente en el que crecieron como personas, totalmente distintos, han influido considerablemente en que la relación entre ambos no haya sido todo lo férrea y cercana que quizás ellos hubieran deseado.

En los mundiales uno defendio a Ghana y otro a Alemania.

Alemania 1974: La estampita de Holanda campeón que no fue

Mucha gente creía que la Naranja Mecánica de Rinus Michels, liderada por el genial Johan Cruyff, ganaría el Mundial de 1974. Entre los creyentes se encontraba el gobierno holandés, quien poco antes de la final contra Alemania, imprimió cien mil estampillas que decían: “Holanda campeón del mundial de fútbol”. El día después de la amarga derrota 2 a 1 la oficina de correos holandesa tuvo que destruir toda la serie.

De todos modos, esa generación de jugadores marcaron una época en el fútbol pese a no lograr conquistar la copa del Mundo. También cayó en la final de 1978 frente a Argentina.

Años más tarde, en 2010, perdieron su tercer final ante España en el Mundial de Sudáfrica.

Golazo uruguayo en la vuelta a un Mundial tras 12 años

Uruguay volvía a una Copa del Mundo tras su participación en Italia 90. Tras la sufrida clasificación al primer mundial organizado de manera conjunta (Corea y Japón 2002), la expectativa por ver a los dirigidos por Víctor Pua era muy grande. En el debut Darío Rodríguezla clavó contra un ángulo. Con el partido 1-0 en favor de Dinamarca, el zaguero aurinegro metió el gol de sus sueños. No alcanzó para que Uruguay sumara, pero sí quedó en el recuerdo como uno de los mejores goles de dicha Copa del Mundo.

Lamentablemente Uruguay quedaría eliminada en primera fase, con el recordado empate frente a Senegal, donde Richard "Chengue" Morales tuvo la clasificación en su cabeza, pero la pelota se fue apenas desviada tras remontar un 0-3 en contra.

Aquí el gol de Dario Rodríguez en el debut celeste.

Alemania 2006: Los árabes no toman cerveza

A la selección de Arabia Saudita le cayó pesado el anuncio de que la cervecería Budweiser, uno de los patrocinadores oficiales del mundial, sería el encargado de entregar el premio al mejor jugador de cada partido. Dado que la religión musulmana prohíbe el consumo de alcohol, los árabes trataron de disuadir a la FIFA. El combinado, sin embargo, no tuvo por qué preocuparse, pues en sus tres encuentros la figura del encuentro fue del otro equipo.

"Ningún jugador de Arabia Saudita aceptará un premio que esté relacionado con un fabricante de bebidas alcohólicas", anunció en ese momento en Berlín Abdullah-al-Dabal, de la Selección de Arabia Saudita, justamente porque los musulmanes tienen prohibido beber alcohol.